Tropecé con tu olor aquella tarde,
Recuerdo que no aguante las ganas de preguntar tu nombre
Me miraste con extrañeza y te reíste
Rodrigo me susurraste al oído
Y algo en mi cambio e importante te volviste.
Las noches eran días a tu lado
Risas eternas, gemidos incontrolables,
Besos revueltos entre miel y vino
Mi cuerpo se volvió adicto
A tu aroma a tus ganas a tus caricias
A la forma en que gozaban tus labios revoloteando en mi cintura
No pregunte nada simplemente te disfrute
El tiempo que tú quisiste
El tiempo que me dejaste querer.
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